“Ni los incas eran gays, ni luchaban por la paz mundial”
Según la Organización de las Naciones Unidas, “en al menos cinco países, la legislación todavía sanciona con pena de muerte a quienes hayan mantenido relaciones sexuales consentidas con personas del mismo sexo”, así mismo, hasta el año 2019 según el periódico el país, once países aun castigan las relaciones homosexuales con la muerte, en otros, son torturados y perseguidos, y en los países que no se asesina, es ilegal, por lo que establecen una condena de hasta 10 años de prisión o cadena perpetua.
En el 2018 en Chechenia ocurrió una espantosa “purga gay”, donde decenas de hombres fueron secuestrados, torturados y asesinados, quedando impunes esas muertes, que, según Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, “Las autoridades rusas se han mostrado cómplices en atroces crímenes… contra personas consideradas gays o lesbianas”, señalando, además, al estado Ruso de promover la homofobia e impunidad, a las recurrentes violaciones de derechos humanos.
En este sentido, a lo largo de los años, todos los seres que vivimos en este hermoso planeta, hemos estado sometidos a recurrentes injusticias que, durante el acontecer histórico de años no muy lejanos, han estado cambiando, debido al clamor de justicia que retumba en las calles de la mayoría de los países del mundo. Muchas de estas injusticias vienen dadas en la discriminación de género, raza, creencias, orientación sexual o simplemente por ser un animal, sí, un animal, porque los animales también son seres vivos que tienen derechos, pero ese tema, en otro artículo, porque ahora me quiero centrar en los colores del arcoíris.
Si algo tienen en común la paz, (mundo), los incas (raza) y la comunidad LGTBI (Orgullo), son los colores y el parecido de sus banderas, si algo tenemos en común la mayor parte de las personas, es luchar por lo que creemos justo y lo hemos demostrado estos últimos días, manifestando el clamor mundial por la igualdad y la justicia.
Así pues, “ni los incas eran gays, ni luchaban por la paz mundial”, esta frase me llamó mucho la atención cuando la vi, puesto que debido a la semejanza de su bandera con la bandera de la paz y la del orgullo gay, se puede prestar a confusión, sin embargo, a mi criterio, aunque muchos quieran separarlo, vienen a representar lo mismo; orgullo, amor, justicia, paz, hermandad e igualdad. Estas banderas nos vienen a recordar una cosa muy sencilla, somos iguales y tenemos que estar en paz, para así izar con orgullo los colores del mundo.
Desafortunadamente, aún nos queda mucho trabajo por hacer, pero mucho, y lo recalco, porque, aunque hemos avanzado nos falta una vida (ojalá menos), para que el mundo sea multicolor, un mundo multicolor como la bandera LGTBI, que viene a enarbolar la igualdad y la justicia, con su luz, una luz que aun se ve apagada en muchos lugares del mundo por el prejuicio y la injusticia social.
En consecuencia, por alguna u otra razón se sigue señalando al que es distinto o prefiere algo diferente, es importante recordar, que ,un mundo sin colores, es un mundo gris, lleno de injusticia, de señalamientos y prejuicios a nuestros iguales, y aunque aun nos falta por aprender, y no me canso de decirlo, estamos por buen camino, pero debemos seguir, seguir luchando hasta que el arcoíris sea igual para todos.