La verdadera realidad es lo que no vemos y lo que vemos es solo la apariencia.
El filósofo Platón decía que la verdadera realidad es lo que no vemos y lo que vemos es solo la apariencia. Así mismo, Kant decía que lo real es la esencia misma de las cosas, algo así como lo que verdaderamente va a ocurrir o está ocurriendo, es el conocimiento último de los hechos, mientras que la realidad es lo que la mente humana percibe a través de los sentidos.
Platón y Kant tenían razón, vivimos en un mundo lleno de imágenes, vídeos y redes sociales, un mundo efímero, artificial creado por nosotros mismos para alimentar nuestros egos y vanidades, alimentando a otros, como nosotros, llenándolos de imágenes y contenido vacío, donde lo que creemos real es lo que vemos, ya que pensamos que siempre ha estado allí, olvidando que es nuestra realihow-reading-changes-your-perspectivedad, en el hoy, dando paso a lo real, sustituyendo nuestra realidad por una única constante, el cambio.
Es por ello, la importancia de darnos cuenta, lo relativa que es la vida, ya, que nada es seguro, al contrario, todo está en duda, porque a pesar que planeemos y demos todo por hecho, lo único real es que nada es para siempre y siempre es para nada real, existe el hoy, además de lo que aprendimos y crecimos desde el ayer.
Así mismo, ahora comprendemos que la verdad es una hipótesis; lo importante es reinventarnos todos los días, debemos soñar más, pero ponernos en ello siempre pensando en que algo puede cambiar, ya que el cambio siempre trae consigo un aprendizaje, y este confinamiento nos ha sacado toda nuestra creatividad. Ante la necesidad de no estar solos y ayudar, nos asomamos a los balcones, aplaudimos, cantamos, y animamos, pero además nos comprometemos, colaboramos y somos ejemplo.
Mañana, además de estar más gordos algunos y fitness otros, valoraremos lo aprendido, en mi caso aprendí a cocinar, ahora quiero hacer un plato nuevo todos los días, mi mama aprendió hacer nuevos postres; escucho a mis vecinos como ríen por las noches jugando uno con sus niñas, mi prima dejo de dormir para levantarse en las mañanas y hacer ejercicios. Aprendimos que al planeta hay que dejarlo respirar para que también nosotros respiremos un aire puro y sano, los animales se sienten mas libres, ahora los padres dibujan y ayudan con los deberes a los niños, muchos de mis amigos y yo estamos haciendo cursos gratis por Internet, y es que lo importante de todo esto, es que saquemos lo positivo y seamos resilientes ante el cambio.
Eventualmente el año 2020 nos sorprendió, nos hizo entender a quienes dábamos todo por hecho, que somos vulnerables, porque somos iguales ante la llegada de una enfermedad, nos hizo recordar que el compartir no es solo compartir contenido en nuestros perfiles de redes sociales, porque el tener amigos presentes para abrazarnos, besarnos y reír, es más importante que tener amigos en Facebook.
Este virus nos ha enseñado que es mejor tener a nuestra familia allí, siguiendo nuestros pasos, nuestras alegrías, nuestro verdadero ser, a que tengamos seguidores en Instagram o Twitter, que no es que este mal, lo malo es que eso sea lo que nos mueva, y no el estar, para compartir con nuestros familiares y amigos.
En este sentido debemos aprovechar las horas para aprender algo nuevo día con día, para enseñar y crecer, porque cuando todo esto pase, entenderemos la importancia de la vida, la familia, los amigos y el paisaje, no para tomar fotos sino para disfrutarlos plenamente.
En conclusión, dejemos de dar por hecho una realidad que puede cambiar, sustituyendo la realidad que pensábamos seria real, en una hipótesis más, entendamos que la constante de la vida es el cambio y no todos los cambios son malos, siempre y cuando aprendamos de ellos, y esta realidad a la que hoy nos enfrentemos podemos sacarle mucho provecho.
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